lunes, 9 de noviembre de 2015

EL TEPEYAC

Tepeyac es un cerro ubicado al norte de la ciudad de México, perteneciente a la cadena montañosa que conforma la Sierra de Guadalupe, que delimita al norte al Valle de México. Es una pequeña parte del Cerro del Guerrero. En las faldas de este cerro se encuentran asentamientos humanos; al sur, se encuentra la Basílica de Guadalupe, así como una pequeña iglesia en la cima. En el resto del terreno libre, se encuentra un parque ecológico. Abajo de este se encuentran las colonias Martín Carrera e Indios Verdes. Según el relato histórico, en este lugar se apareció la Virgen de Guadalupe al indígena San Juan Diego.

Sitio arqueológico

Durante la época prehispánica, en el Tepeyacac (en náhuatl: Tépetl-yácatl-co, ‘Cerro-nariz/frente de-lugar’‘Frente al cerro’), se ubicaba un pequeño adoratorio a Tonantzin, y una pequeña aldea que estaban conectadas a la Ciudad de México-Tenochtitlán, por medio de una calzada que cruzaba el Lago de Texcoco (actual Calzada de los Misterios y entraba a la isla principal por la zona de Tlatelolco).

Religión



Estatua del Papa San Juan Pablo II afuera de la iglesia de Nuestra señora de Guadalupe

El Tepeyac es célebre por haber sido, de acuerdo con la fe católica, el sitio donde la Virgen de Guadalupe se habría aparecido al nativo Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Actualmente a los pies del cerro se encuentran la Basílica de Guadalupe y el complejo monumental del santuario que le fue dedicado, que cada año recibe a millones de peregrinos, especialmente el día 12 de diciembre. Sobre una de las partes altas del cerro, en la explanada de la capilla del Cerrito, se encuentra un mirador donde, en los días de cielo despejado, se puede ver una de las más hermosas vistas del Valle de México.

De los lados norte y poniente, se ubica el Parque Nacional El Tepeyac, que comprende también parte de los cerros de Santa Isabel y Guerrero.




JUAN DIEGO Y LAS APARICIONES DE LA VIRGEN DE GUADALUPE




Poco después de la conquista de México, en manos de Hernán Cortés, vino un periodo conocido como la Conquista espiritual. Durante esta etapa, ocurrida durante los primeros años de la Colonia, aparecieron las primeras familias indígenas cristianas en los alrededores de la antigua Tenochtitlan. Juan Diego pertenecía a una de estas familias y nació en Cuautitlán, aldea ubicada al norte de la Villa de Guadalupe, en 1474.

Su nombre nativo era Cuauhtlatóhuac, "el que habla como águila". Su oficio era la manufactura de petates que vendía en Tlatelolco.

Según la leyenda, a los 53 años tuvo la aparición milagrosa que daría inicio a la adoración de la Virgen de Guadalupe en México. La historia fue así: Juan Diego vivía con su mujer y su tío Juan Bernardino en Tulpetac, lugar donde no había iglesias por lo cual tenían que ir a misa hasta Santa Cruz de Tlatelolco.

El sábado 9 de diciembre de 1531, Juan Diego se encaminaba hacia ahí y al pasar por el cerro del Tepeyac oyó un canto que no era de esta tierra. Se detuvo a gozar de él y cuando miró arriba vio un sol resplandesciente y enmedio a una señora en actitud de oración (1a aparición), él fue a saludarla y ella le dijo que era su deseo que le labrase un templo en ese llano y le encomendó también que le comunicara ese deseo al señor obispo.

El obsipo no lo tomó en serio y le pidió que volviese otra vez al lugar a ver si sus ojos no lo habían traicionado. Regresó desconsolado Juan Diego y la Santísima Virgen se le apareció otra vez (2da aparición) para decirle que volviera el domingo a ver al señor obispo. Así lo hizo Juan Diego, pero el obispo le pidió una señal comprobatoria de la voluntad de la Virgen. La señora se le apareció de nuevo (3ra aparición) y le pidió que volviera al día siguiente.

El lunes, día de la cita, se enfermó de cuidado el tío Juan Bernardino y hasta el martes pudo salir Juan Diego que se dirigió a la ciudad a buscar a un sacedote para que le administarara los últimos sacramentos. Iba por ahí, ese día 12 de diciembre, cuando al pasar de nuevo por el Tepeyac se le volvió a aparecer la Virgen (4ta aparición) y le preguntó qué le pasaba. El le contó lo de la enfermedad de su tío y ella le dijo que no se preocupara porque su tío ya estaba sano, después le pidió que subiera al cerro a recoger unas flores.

Fue Juan Diego y en efecto encontró muy bellas rosas de las que no era temporada y que nunca se habían dado allí. Ya con ellas en su ayate, la Santísma Virgen dijo que las llevara donde el señor obispo pero que no desplegase su ayate ni lo mostrara a nadie más. Así lo hizo Juan Diego.

Después de conseguir entrar en el obsipado, le dijo a Zumárraga, el obispo, que ahí le llevaba la prueba que le había pedido. En ese momento soltó su ayate y apareció en él pintada "como por los ángeles", la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Poco tiempo despúes, inició la construcción del primer templo dedicado a la Virgen Morena, en el barrio hoy conocido como La Villa.

Por su parte, Juan Diego ha sido elevado a santo por la iglesia católica (en 2002). Y como un homenaje a este nativo de Cuautitlán, la leyenda al pie de su imagen -ubicada en la plaza de la Basílica de Guadalupe-, refiere lo siguiente: "Personificación de nuestro pueblo, a quien la excelsa Madre de Dios tituló: hijo predilecto de su corazón y le mandó pedir al obispo un templo donde mostrar su misericordia. Al entregar las flores recibidas como señal, apareció estampada en su tilma la maravillosa imagen de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre de 1531, año metlactli omey acatl, 13-caña, fecha inmortal para todos los mexicanos."





Las faldas del Tepeyac






miércoles, 28 de octubre de 2015

LA LEYENDA DEL NACIMIENTO DE HUITZILOPOCHTLI.

VERSION DE: OSCAR MÁRQUEZ LUNA


Cuenta la leyenda, que en los tiempos en que los dioses poblaban el mundo. La diosa de la tierra Coatlicue se encontraba barriendo la entrada de su templo en Coatepec, el cerro de las serpientes. En esa ocasión por un extraño sortilegio una pequeña bola de plumas de colibrí bajo flotando desde el cielo. Maravillada ante el suceso y encantada por el color de las plumas de la pequeña esfera. La gran diosa introdujo dicha esfera en su falda. Y en ese momento que encinta. La diosa no sabía que hacer pues era un evento humillante, no solo para ella, sino para sus numerosos hijos los Cenzonhuiznaga; los cuatrocientos del sur. Que no eran otros sino las estrellas y para su hija Coyolxauhqui la diosa de la luna. Se preocupaba por que seguramente la matarían para aliviar la desgracia que había dejado caer sobre sus cabezas. Justo cuando más preocupada estaba el pequeño ser que se engendraba le hablo y le dijo; madre, no debes temer, yo velare por tu subsistencia, nadie jamás podrá hacerte daño. Coatlicue se sintió mejor al escuchar las palabras del pequeño dios. Pero los Cenzonhuiznaga estaban enardecidos por el consejo de Coyolxauhqui, quien animaba a sus hermanos a tomar las armas, matar a su madre y reparar la injuria de la que eran objeto. Los Cenzonhuiznaga tomaron sus mejores armas y se prepararon para librar una gran batalla. Se pintaron, tomaron sus escudos, tensaron sus arcos y afilaron sus cuchillos. Así, se dispusieron acabar con la vida de la que era su madre y de su próximo hermano. Dime cuando estén próximos madre, dijo el pequeño dios, debes decirme en el momento indicado para que yo pueda defenderte. Coatlicue vio venir a lo lejos sobre las montañas vecinas a sus hijos armados hasta los dientes. Hijo mío, dijo la diosa están en el valle. Deja que se acerque más madre mía. Hijo mío, están subiendo el cerro de las serpientes. Deja que se acerquen aún más. Hijo mío, están próximos al templo. En ese momento Huitzilopochtli salió de su madre enfrentando a la vida. Nació y cortó sucordón umbilical, con el regalo que el más alto de los dioses le otorgo. El bastón de la Xiuhcoatl, la serpiente de fuego. Y con esa magnífica arma comenzó a destrozar a cuanto enemigo se le pusiera enfrente. Sus hermanos luchaban bravamente, pero la maestría de Huitzilopochtli los lleno de horror. Pues el pequeño dios, entre más mataba más poderoso parecía volverse; tomaba las armas de los caídos y las ocupaba para destrozar a alguien más. En algún determinado momento, los Cenzonhuiznaga comenzaron a huir despavoridos del nuevo dios. Pero esto fue inútil, pues Huitzilopochtli les dio cacería y los persiguió hasta encontrarlos a todos y destruirlos. Fue hasta el último instante en que Huitzilopochtli persiguió a Coyolxauhqui y ahí, de nuevo en la cima del cerro de las serpientes le dio muerte ayudado de su bastón Xiuhcoatl, decapito a su hermana y su cabeza y cuerpo fueron empujados hacia abajo. Mientras el cuerpo de la diosa caía hacia el vacío, su cadera se rompió por el golpe contra un cráneo y sus extremidades fueron desprendiéndose por los constantes golpes contra las piedras, mientras algunas serpientes morían enroscándose en las extremidades de la difunta diosa. Es así como el dios de la guerra Huitzilopochtli nació y comenzó a mostrar su superioridad ante los demás. Es por eso que la parte izquierda del antiguo templo mayor nos recuerda a Huitzilopochtli, simbolizando a su vez el cerro mítico de Coatepec, lugar del nacimiento del joven dios que se vuelve el sol invicto. El sol de mediodía.

Huitzilopochtli





Fuente:

http://www.floresdenieve.cepe.unam.mx/veintitres/cepet-nguyen2-otogno-09.php

lunes, 26 de octubre de 2015

Algunas Leyendas con respecto a los Cerros

LA CUEVA DEL CONVENTO



Cuentan los mayores que existía una cueva, cuya ubicación actual se desconoce, la cual tenía una salida en algún lugar del ex convento Franciscano. Se dice que en tiempos de la revolución los sacerdotes dejaban a uno de ellos vigilando en la cima del cerro en la capilla del Tepeyac, para ser exactos, y al observar éste que los revolucionarios se acercaban a Metepec se metía por dicha cueva y salía al convento para dar aviso y alertar a los feligreses y así cerrar la iglesia de San Juan Bautista y esconder a las personas que no tenían a donde huir. Quienes pudieron conocer ese camino comentaban que existe un río subterráneo que pasa por debajo del convento, en donde también existen calabozos utilizados para castigar a la gente acusados de herejía y otros delitos en tiempos de inquisición.



LA CUEVA CON RUMBO A LA TERESONA 



Existe una cueva oculta que según las versiones populares, conectaba a Metepec con el lugar llamado La Teresona, en la Colonia Sánchez de Toluca, de muchas cuevas como ésta surgen leyendas sobre encantos y apariciones, cabe mencionar que las cuevas del Cerro de los Magueyes fueron realizadas por los habitantes del Metepec prehispánico, quienes en ellas depositaban ofrendas por ser consideradas como caminos al Mictlán o Lugar de los Muertos, probablemente en este cerro fuera enterrado un recaudador de impuestos mexica de nombre Yaotl, así como otros importantes personajes de la época precolombina.


EL CERRO DEL TOLOCHE



Al norte de la ciudad de Toluca, en el cerro del Toloche; existe una cueva en la cual hay mucho dinero. Su entrada está guardada por un chivo negro con ojos brillantes.

Cuando alguien quiere conseguir dinero, va por la noche a la entrada de la cueva, allí se encomienda al Diablo y éste se le aparece en forma de chivo y le pregunta qué quiere.
La persona que solicitó la entrevista le hace su petición y el chivo le deja libre la entrada y lo primero que ve son montones de dinero, oro y plata. Coge todo lo que puede, se lo echa en las bolsas del pantalón, del saco, en sus manos lleva todo lo que puede abarcar y al querer salir, se encuentra en la puerta nuevamente al chivo que le dice: "Todo o nada", Es decir que si quiere dinero, se lo tiene que llevar todo y si no puede, lo tiene que dejar .
La persona que entró, con mucha tristeza; tiene que vaciar sus bolsillos y entonces ya puede encontrar la salida.

El Cerro del Toloche visto desde las faldas



LA CUEVA DEL CHIVO


En Santiago Miltepec, durante las fiestas del Santo Patrón; los Mayordomos se encargan de ir a Malinalco a traer caña de castilla para repartirla entre la gente que asiste a la misa en honor de Santiago Apóstol. Una de las personas que fungía como mayordomo le gustaba beber mucho y era muy desatendido en sus obligaciones.Sus compañeros le avisaron que pronto tendrían que hácer el viaje para traer la caña.Sin embargo, pocos días antes de efectuarlo; el señor se andaba corriendo una de sus acostumbradas parrandas por lo cual sus compañeros tuvieron que realizar el viaje solos, pero antes de irse le advirtieron que fuera como fuera él tendría que entregar la parte de caña que le correspondía para el día de la misa.Cuando pudo recapacitar este señor, se dio cuenta de que mientras sus compañeros ya estarían de regreso; él no podría ir y regresar a tiempo de cumplir con su obligación. Huyendo de la burla y el castigo de su irresponsable conducta, se fue a refugiar al Cerro del Toloche; a la cueva del chivo y se cuenta que allí se encontró con un ser maligno que al verlo desesperado le preguntó que cuál era la causa. Cuando se la explicó, el ser maligno lo invitó a entrar a la cueva y allí le dio a escoger de la mejor caña que tenía con lo cual tuvo suficiente para regresar contento al pueblo y cumplir su promesa. Cuando llegó, sus compañeros ya estaban explicando a la gente la ausencia de su mal amigo. Al verlo llegar con la caña que le correspondía le preguntaron por el camino que había tomado ya que ellos no lo habían encontrado ni de ida ni de regreso. El, con cierto gesto de burla; les contestó que por el mismo camino de siempre, narrándoles todas las peripecias que, imaginariamente; le habían ocurrido.Tiempo después, sus compañeros decidieron investigar de qué medios se había valido su amigo para cumplir con su tarea, logrando, después de muchos trabajos; saber lo que realmente había ocurrido en la Cueva del chivo.

La Cueva del Chivo



Fuentes:

http://www.mitoluca.com.mx/tolmetepec/leyendas.htm

http://www.eluniversaledomex.mx/home/nota30029.html

http://www.miciudad.mx/contenido/blog/2014/09/la-cueva-del-chivo/

EL PAGAPU

Cada cultura tiene una concepción de su realidad y de acuerdo a ella vive, “viendo” y dejando de “ver” determinados aspectos. La concepción que del mundo tienen se ha desarrollado a través de un prolongado proceso de interacciones entre las etnias y el medio natural que les sirve de sustento para su persistencia y reproducción.




En el presente artículo quiero contarles sobre una costumbre andina muy antigua que es el “pago a la tierra” o “pagapu”. Es un ritual en el cual intervienen miembros de una comunidad para dar gracias por distintas cosas o hechos y también para pedir favores. 





Pues bien, en este rito siempre hay un “chaman” que viene a ser quien preside, los pobladores o comuneros, quienes hacen los encargos o peticiones, a veces tambien hay un padrino, quien tiene la responsabilidad de hacer el rito al siguiente año.


En cuanto a las cosas que son necesarias e indispensables a la hora de realizar el ritual son: hoja de coca, grasa y feto de animal, monedas, lliclla (manta típica), bebidas alcohólicas, cigarrillos y comida.

Inauguración y ceremonia del Pagapu (Pago a la Tierra)


El rito se lleva a cabo siempre de noche especialmente en los meses de Diciembre – Febrero y Agosto, en Septiembre se realiza en una zona lejana en los cerros, montañas y nevados para agradar al Apu (Señor, en quechua) con el fin de pedir por el ganado (alpacas, llamas, ovejas, etc.) o por las cosechas y lluvias. 







Empieza con las ofrendas, las cuales son hechas por los pobladores con las hojas de coca y la grasa animal con esto se hace unos puñados y se van poniendo sobre el altar que esta tapado con la lliclla (manta típica) después echan monedas y ofrendas que en realidad pueden ser de cualquier tipo y según lo que se esta pidiendo en el “pagapu” mientras se va poniendo estas cosas hay cantos y oraciones. Casi al finalizar el “chaman” hace un paquete con la “lliclla” y todas las cosas; esto lo ofrece a la Madre Tierra haciendo un hueco e introduciendo las ofrendas, luego bebe alcohol y hace una fogata, en donde se quema el embrión de animal con grasa, la gente se queda cantando, orando y bebiendo hasta que se termina de quemar, por último las cenizas se introducen en el hueco de las ofrendas, se tapa todo y se retiran entre cantos y oraciones.


Día de la Pachamama


Todo cuanto existe en el mundo andino es vivo. No sólo el hombre, los animales y las plantas sino también las piedras, los ríos, los cerros y todo lo demás. En el mundo andino no existe algo inerte: todo es vivo. Igual que nosotros todos participan en la gran fiesta que es la vida: todos comen, todos duermen, todos danzan, todos cantan: todos viven a plenitud.








Fuentes:

http://comisionbibliotecariosciemoron.blogspot.mx/p/articulos-destacados.html

https://carhuacayan.wordpress.com/page/2/



lunes, 7 de septiembre de 2015

Introduccion

El objetivo de este blog, es dar a conocer sobre el significado y la interpretación que tenían o mantienen las comunidades con respecto a los cerros.


Antes de iniciar formalmente, procederemos a dar una leve introducción de lo que es un cerro y el significado de Tepeyolohtli:

Tepeyollotli (en nahuatl "tepeyollotl", "corazón del monte", donde "tepetl" es monte/montaña/cerro, y "yollotl", corazón) en la ideología mexica es el dios de las montañas y los ecos, patrono de los jaguares



CERRO:

Del latín "cerrus" (copo), un cerro es una elevación de tierra aislada que presenta una altura menor que una montaña o un monte. Conformado por una base o "pie", una o mayor numero de cumbres (que es la zona donde se alcanza mayor altura) y las laderas o flancos (que es el terreno inclinado que va desde la base a las cumbres).


Un cerro no debe tener una altura mayor a los 200 metros, puesto que pasaría a ser otro tipo de eminencia, como una montaña; su nacimiento se puede deber a una falla geológica, la erosión de un accidente geográfico mayor o el movimiento y deposición de sedimentos.




La altura moderada de los cerros permitió que numerosos asentamientos se construyeran en sus laderas y cimas, ya que sus características ofrecían resguardo de las inundaciones y permitían una vista panorámica ideal para visualizar el avance de los enemigos. Por lo tanto, muchas fortalezas se desarrollaron sobre los cerros. Otras edificaciones fueron construidas sobre los cerros por motivos religiosos y ceremoniales.

Fuente: http://definicion.de/cerro/